El sistema óseo.
1. El sistema óseo y el esqueleto:
El sistema óseo está formado por un conjunto de estructuras sólidas compuestas básicamente por tejido óseo, que se denominan huesos.
Un esqueleto interno consiste en estructuras rígidas o semirrígidas dentro del cuerpo, que se mueven gracias al sistema muscular. Si tales estructuras están mineralizadas u osificadas, como en los humanos y otros mamíferos, se les llama huesos. Otro componente del sistema esquelético son los cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por ejemplo, la nariz y orejas están sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin huesos calcificados, como en el caso de los tiburones. Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al sistema muscular a través de tendones.
El esqueleto humano es una forma de poder sumamente criticable ya que las diferencias entre las partes las llevan al enfrentamiento de los huesos coquitlicos. A excepción del hueso hioides —que se halla separado del esqueleto—, todos los huesos están articulados entre sí, soportados por estructuras conectivas complementarias como ligamentos, tendones, y cartílagos.
El esqueleto de un ser humano adulto tiene, aproximadamente, 206 huesos, sin contar las piezas dentarias, los huesos sutúrales o wormianos (supernumerarios del cráneo) y los huesos sesamoideos.
El conjunto organizado de huesos —u órganos esqueléticos— conforma el sistema esquelético, el cual concurre con otros sistemas orgánicos (sistema nervioso, sistema articular y sistema muscular) para formar el aparato locomotor.
El esqueleto óseo es una estructura propia de los vertebrados. En Biología, un esqueleto es toda estructura rígida o semirrígida que da sostén y proporciona la morfología básica del cuerpo, así, algunos cartílagos faciales (nasal, auricular, etc.) debieran ser considerados también formando parte del esqueleto.
2. Funciones básicas del esqueleto:
Los huesos desempeñan funciones importantes entre las cuales se pueden mencionar las siguientes.
1) Función de sostén. El esqueleto constituye un
armazón donde se apoyan y fijan las demás partes del cuerpo, pero especialmente
los ligamentos, tendones y músculos, que a su vez mantienen en posición los
demás músculos del cuerpo.
2) Locomoción. Los huesos son elementos pasivos del
movimiento, pero en combinación con los músculos permiten el desplazamiento, ya
que les sirven de punto de apoyo y fijación.
3) Protección. En muchos casos los huesos protegen los
órganos delicados como en el caso de los huesos del cráneo, que constituyen una
excelente protección para el encéfalo; la columna vertebral y las costillas
protegen al corazón y los pulmones; las cavidades orbitarias protegen a los
ojos; el hueso temporal aloja al oído, y la columna vertebral protege la médula
espinal.
4) Hematopoyesis. En la médula roja de los huesos largos se producen los glóbulos rojos y en menor cantidad linfocitos y monocitos.
3. Hueso.
El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los huesos son plásticos y livianos aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en relación con las piezas próximas a las que está articulada.
La superficie de los huesos presenta prolongaciones, protuberancias y tuberosidades, en las que se insertan los ligamentos de las articulaciones y los tendones de los músculos, y una gran variedad de irregularidades como surcos, poros y depresiones por las que discurren y penetran los vasos sanguíneos y los nervios.
4. Composición y estructura de los huesos:
Los huesos son estructuras resistentes de color blando amarillento compuestos de sustancias minerales y orgánicas.
Las sales minerales le dan dureza y resistencia a los huesos y son:
- Fosfato de calcio 85 %.
- Carbonato de calcio 9 %
- Fluoruro de calcio 4 %
- Fosfato de magnesio 2 %
La oseína es la sustancia orgánica y constituye más de 1/3
del material que forma los huesos y ella confiere a los huesos elasticidad y
resistencia
Los minerales de los huesos no son componentes inertes ni permanecen fijos sino que son constantemente intercambiados y reemplazados junto con los componentes orgánicos en un proceso que se conoce como remodelación ósea.
Estructura de los huesos: Su formación y mantenimiento está regulada por las hormonas y los alimentos ingeridos, que aportan vitaminas de vital importancia para su correcto funcionamiento.
Si se hace un corte longitudinal en el hueso largo podemos observar las siguientes estructuras:
- El periostio o membrana fina
conjuntiva que recubre todo el hueso.
- El tejido compacto, que parte desde
los extremos o epífisis y se engruesa en el centro o diáfisis,
- El tejido esponjoso, que se ubica en
la epífisis y constituye la médula ósea
- El canal medular, que se
encuentra ocupado por la médula ósea.
- En la médula ósea roja se encuentran los
eritoblastos, de los cuales se originan los eritrocitos o glóbulos rojos, por
tanto esta estructura constituye el principal órgano hematopoyético.
En cuanto a su estructura microscópica el tejido óseo está constituido por células óseas u osteoblastos y sustancia fundamental. En un corte transversal se observan los canales de Havers, alrededor de los cuales se disponen en capas concéntricas las laminillas.
5. Tipos de huesos:
Según su tamaño y forma, se pueden diferenciar tres tipos de huesos: huesos largos, planos y cortos.
a) Los huesos largos, como los de las extremidades, son cilíndricos y alargados. Disponen de un cuerpo central ó diáfisis y de dedos extremos o epífisis, que forman parte de las articulaciones. La zona en la que se une la diáfisis con los extremos óseos se conoce como metáfisis. Constan de una corteza, que es una capa externa de tejido óseo compacto de varios milímetros de espesor, y es la que brinda solidez al hueso, y de una zona interna denominada cavidad medular. La corteza está revestida por fuera por una lámina de tejido conjuntivo y óseo denominada endostio. La cavidad medular de los extremos óseos está rellena de un tejido óseo esponjoso, poco denso. En las zonas centrales de los huesos, la cavidad alberga un tejido distinto: la médula ósea.
b) Los huesos planos, como los del
cráneo, el esternón, las costillas o los huesos ilíacos, son delgados, planos y
anchos. Cuentan con una capa externa de tejido óseo compacto, y están rellenos
de tejido óseo esponjoso.
c) Los huesos cortos, como las vertebras, los huesos del carpo de las manos y los del tarso de los pies, son pequeños y tienen forma cúbica o cilíndrica. Al igual que los huesos planos, cuentan con una capa externa de tejido óseo compacto, rellena de tejido óseo esponjoso. El hueso no es totalmente sólido sino que tiene pequeños espacios entre sus componentes, formando pequeños canales por donde circulan los vasos sanguíneos encargados del intercambio de nutrientes.
En función del tamaño de estos espacios, el hueso se clasifica en compacto o esponjoso.
a) Hueso Compacto: constituye la mayor
parte de la diáfisis de los huesos largos así como de la parte externa de todos
los huesos del cuerpo. El hueso compacto constituye una protección y un
soporte. Tiene una estructura de láminas o anillos concéntricos alrededor de
canales centrales llamados canales de Havers que se extienden
longitudinalmente. Los canales de Havers están conectados con otros canales
llamados canales de Volkmann que perforan el periostio. Ambos canales son
utilizados por los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios para extenderse por
el hueso. Entre las láminas concéntricas de matriz mineralizada hay pequeños
orificios o lacunae donde se encuentran los osteocitos. Para que estas células
puedan intercambiar nutrientes con el líquido intersticial, cada lacuna dispone
de una serie de canalículos por donde se extienden prolongaciones de los
osteocitos. Los canalículos están conectados entre sí y, eventualmente a los
canales de Havers.
El conjunto de un canal central, las láminas
concéntricas que lo rodean y las lacunae, canalículos y osteocitos en ellas
incluidos recibe el nombre de osteón o sistema de Havers. Las restantes láminas
entre osteones se llaman láminas intersticiales.
b) Hueso esponjoso: a diferencia
del hueso compacto, el hueso esponjoso no contiene osteones, sino que las
láminas intersticiales están dispuestas de forma irregular formando unos
tabiques o placas llamadas trabéculas. Estos tabiques forman una estructura
esponjosa dejando huecos que están llenos de la médula ósea roja. Dentro de las
trabéculas están los osteocitos que yacen en sus lacunae con canalículos que
irradian desde las mismas. En este caso, los vasos sanguíneos penetran
directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con
los osteocitos.
El hueso esponjoso es el principal constituyente de
las epífisis de los huesos largos y del interior de la mayor parte de los
huesos.
6. Principales funciones de los huesos:
Es un tejido muy consistente, resistente a los golpes, presiones y tracciones pero también elástico, protege órganos vitales como el corazón, pulmones, cerebro, etc., asimismo permite el movimiento en partes del cuerpo para la realización de trabajo o actividades estableciendo el desplazamiento del individuo. Forma el aparato locomotor originando la estructura ósea o esqueleto y está revestido por músculos dependiendo de su ubicación.
Es también un depósito de calcio movilizable, órgano hematopoyético (alberga a la médula: formador de los componentes formes de la sangre). Almacenamiento como reserva de calcio y fosforo del cuerpo.
7. El esqueleto humano:
Para el estudio del esqueleto humano se consideran tres regiones: cabeza, tronco y extremidades.
a) Huesos de la cabeza, Para estudiar los huesos, que son 22, se pueden considerar dos partes: el cráneo y la cara.
· Huesos del cráneo.
Los huesos del cráneo desempeñan funciones de protección para el encéfalo son los siguientes: un frontal que forma la frente y contribuye a formar las órbitas de los ojos; un occipital situado en la región post-inferior del cráneo; dos temporales localizados uno a cada lado del cráneo a nivel de los oídos; dos parietales que se encuentran a cada lado de la cabeza hacia la parte superior por encima de los temporales; un esfenoides que se encuentra formando la base anterior del cráneo y un etmoides situado entre el frontal y el esfenoides.
· Huesos de la cara:
La región de la cara comprende 14 huesos que contribuyen a formar cavidades. Todos los huesos de la cara están soldados al cráneo, excepto el maxilar inferior que se articula al cráneo por una articulación móvil. Estos huesos son:
- Dos nasales que forman la base de la nariz.
- Dos malares que forman los pómulos de la cara.
- Dos lagrimales o unguis que están situados en las órbitas de los ojos y presentan un canal lagrimal por donde corren las lagrimas.
- Dos cornetes inferiores que se encuentran en las fosas nasales.
- Dos palatinos que forman el paladar óseo junto con los maxilares superiores y ayudan a formar la cavidad nasal, la bosa y las órbitas.
- Dos maxilares superiores contribuyen a formar las órbitas, las fosas nasales y la bóveda de la boca. En su borde inferior presentan alvéolos donde se alojan los dientes.
- El maxilar inferior que forma la mandíbula inferior. Posee alvéolos donde se alojan los dientes y movimiento.
- Finalmente el vómer que forma parte del tabique nasal.
b) Huesos del tronco
El tronco está constituido por 58 huesos y para su estudio se consideran las partes siguientes: la columna vertebral, las costillas y el esternón.
- La columna vertebral: La columna vertebral constituye el eje del cuerpo y
está situada en la línea media posterior del cuerpo. Se extiende desde la base
del cráneo hasta la región coxígea. Está constituida por 33 vertebras que se
unen por discos cartilaginosos invertebrales.la columna vertebral está constituida
por las vertebras cervicales, dorsales, lumbares, sacras y coxígeas.
-
- Las costillas: Son huesos largos arqueados y planos que se
articulan por detrás con la columna vertebral y por delante con el esternón.
Son doce pares de los cuales los siete primeros forman las costillas
verdaderas, pues se unen directamente al esternón. Los tres siguientes
constituyen las costillas falsas, ya que no se unen al esternón sino a los
cartílagos de las costillas verdaderas. Los dos últimos pares reciben el nombre
de costillas flotantes porque su extremidad anterior queda libre.
- El esternón: Es un hueso plano situado por delante en la línea
media del cuerpo. En el esternón se apoyan las dos clavículas y los diez
primeros pares de costillas.
c) Huesos de las extremidades superiores:
Las extremidades superiores tienen como función
tomar los objetos y servir como defensa. Para estudiar los huesos de las
extremidades superiores se pueden distinguir: el hombro, el brazo, el antebrazo
y la mano.
- Huesos del hombro; El hombro está formado por la clavícula y el omóplato. Al conjunto de huesos que forman los hombres se le conoce con el nombre de cintura escapular.
La clavícula es un hueso en forma de S que está
situado en la región antero superior del tórax se articula con el esternón y el
omóplato. El omóplato es un hueso aplanado situado por detrás
de la caja torácica
- Hueso del brazo; Esta formado por un solo hueso, el húmero. El húmero es un hueso largo que se articula con el omóplato y con la cabeza del radio.
- Huesos del antebrazo; Consta de dos huesos: el cubito situado hacia adentro y el
radio hacia afuera. El radio es más corto que el cúbito y algo curvado.
El radio puede girar sobre el cúbito, lo cual permite los movimientos de la
mano, es decir, voltearla hacia abajo y adentro y hacia arriba y afuera (pronación y supinación).
- Huesos de la mano: La mano consta de 27 huesos y está dotada de gran movilidad
y agilidad. En la mano podemos diferenciar 3 regiones:
1) El carpo: está formado por ocho huesos pequeños
dispuestos en dos filas. La primera se articula con el antebrazo y esta formada
por: escafoides, semilunar, piramidal, pisiforme. La segunda se articula con
los huesos de la palma y esta formado por: trapecio, trapezoide, mayor y
ganchudo.
2) El metacarpo corresponde a la palma de la mano y
esta formado por cinco huesos metacarpianos, uno para cada dedo.
3) Los dedos que están formados por tres huesos cada uno: falange, falangina y falangeta, excepto el pulgar que solo tiene falange y falangeta.
d) Huesos de las extremidades inferiores.
Para estudiar los huesos de las extremidades inferiores se dividen en cuatro regiones: cadera o cintura pélvica, muslo, pierna y pie.
- Huesos de la cadera o cintura pélvica. La cadera sirve de fijación a las extremidades
inferiores y está formada por dos huesos grandes, los ilíacos o coxales que
provienen de la soldadura de tres huesos: el ileón, el pubis y el esquión.
- Hueso del muslo: Está constituido por un solo hueso, el fémur que va
desde la cadera hasta la rodilla, se articula con la cavidad cotiloidea del
ilíaco.
- Huesos de la pierna: Está constituida por dos huesos largos: la tibia,
hacia el lado interno, y el peroné, hacia el lado externo; la rotula, que forma
parte de la articulación de la rodilla, se halla por tanto entre el muslo y la
pierna e impide que la pierna flexione hacia adelante.
- Huesos del pie: se distribuyen en tres grupos:
tarso, metatarso y dedos. El tarso constituye el empeine del pie y comprende
siete huesos: el astrágalo, que se articula con la tibia y el peroné; el
calcáneo que forma el talón; el cuboides, el escafoides y los tres cuneiformes. El metatarso o planta del pie está formado por cinco
huesos metatarsianos. Los dedos están formados por tres falanges cada uno, como
en los dedos de la mano.
8. Articulación.
El cuerpo del adulto está formado por 206
huesos aproximadamente, los cuales son rígidos y nos sirven para proteger a los
órganos blandos del organismo. Los huesos están formados en su mayor parte por calcio, y a su vez ayudan al equilibrio de
éste (homeostasis). Más concretamente, tienen cinco
funciones principales: sostén, protección,
movimiento, reservorio y hematopoyética.
Los huesos forman el esqueleto, el cual se divide en dos:
· Esqueleto axial: formado por cabeza, cuello y huesos del tronco
(costillas, esternón, vértebras y el sacro).
· Esqueleto apendicular: formado por huesos de
los miembros incluidos los que forman las cinturas pectoral y la pélvica.
Los huesos son afectados por diversas
enfermedades, al igual que los músculos.
Articulación Típica |
Una articulación es la unión entre dos o más huesos, un hueso y cartílago o un hueso y los
dientes. La parte de la anatomía que se encarga del estudio de las
articulaciones es la artrología.
Las funciones más importantes de las articulaciones son de constituir puntos de
unión entre los componentes del esqueleto (huesos, cartílagos y dientes) y
facilitar movimientos mecánicos (en el caso de las articulaciones móviles),
proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo, permitir el crecimiento
del encéfalo, además de ser lugares de crecimiento (en el caso de los discos
epifisiarios).
Para su estudio las articulaciones pueden
clasificarse en dos enormes clases:
·
Por su estructura (morfológicamente):
Morfológicamente, los diferentes tipos de
articulaciones se clasifican según el tejido que las une en varias categorías:
fibrosas, cartilaginosas, sinoviales o diartrodias.
·
Por su función (fisiológicamente):
Fisiológicamente, el cuerpo humano tiene
diversos tipos de articulaciones, como la sinartrosis (no móvil), anfiartrosis
(con movimiento muy limitado) y diartrosis (mayor amplitud o complejidad de
movimiento).
Clasificación
estructural
Las articulaciones se pueden clasificar
según el tejido del cual están formadas. Como se muestra a continuación:
Sinoviales, diartrosis o
móviles
Permiten realizar una amplia gama de
movimientos. Las sinoviales a su vez se dividen en subarticulaciones:
Articulaciones Uniaxiales permiten movimiento en un solo eje:
· Articulaciones en
bisagra, gínglimo o troclear: Las articulaciones en bisagra son articulaciones
sinoviales donde las superficies articulares están moldeadas de manera tal que solo permiten los movimientos en el
eje perlateral (plano mediano o sagital) y solo pueden realizar dos tipos de
movimientos flexión y extensión. Por ejemplo, el codo, articulación húmero-cubital (húmero-ulnar), la rodilla, fémuro tibial y en los dedos, en la
articulación entre las falanges proximales y medias y las falanges
medias y distales.
· Articulaciones en pivote o trocoides
o trochus: Son articulaciones sinoviales donde las superficies
articulares están moldeadas de forma parecida a un pivote y sólo permiten
movimientos en el eje longitudinal y los únicos movimientos permitidos son los
movimientos de rotación lateral y rotación medial. Por ejemplo la del cuello, atlantoaxial o también llamada atlantoaxil (atlas-axis), del codo (radio-cubital o
radio-ulnar proximal). La pivotante del cuello permite voltear la cabeza y la
del codo permite torcer el antebrazo.
Articulaciones Biaxiales permiten movimiento alrededor de 2 ejes:
· Articulaciones planas,
deslizantes o artrodias: Son articulaciones
sinoviales que se caracterizan porque sus superficies articulares son planos y
sólo permiten movimientos de deslizamiento. Ej articulación acromioclavicular,
articulaciones intercarpianas.
· Articulaciones en silla
de montar selar o de encaje recíproco: reciben su nombre porque su forma es similar a la de una silla de montar.
Por ejemplo, la que está entre el primer metacarpiano y el hueso del carpo
(articulación carpometacarpiana del pulgar).
· Articulaciones
condiloideas o elipsoidales: se forma donde dos
huesos se encuentran unidos de forma irregular y un hueso es cóncavo y otro
convexo. Ejemplos son la articulación temporomaxilar, occipitoatloidea,
metacarpo falángicas y metatarsofalángicas.
Articulaciones
Multiaxiales permiten los movimientos en 3 o más ejes o
planos:
· Articulaciones esféricas
o enartrosis: tienen forma de bola y
receptáculo y se caracterizan por el libre movimiento en cualquier dirección,
como por ejemplo, la coxofemoral y el hombro-humeroescapular.
Fibrosas, sinartrosis o inmóviles
Estas articulaciones son uniones de huesos
en las que participa un tejido fibroso, uniéndolos. La movilidad de estas
articulaciones queda definida por la longitud de las fibras del tejido. A modo
de ejemplo cabe
citar las articulaciones de la espalda, las del sacro, las del cráneo las partes de la
unión entre el parietal, occipital, frontal y temporal, algunas del tobillo y las de la pelvis.
Pero las articulaciones de la
columna no son del todo inmóviles, ya que son lo suficientemente
flexibles como para permitir algún movimiento y mantener su papel de
soporte de la columna vertebral.
Hay 3 tipos de articulaciones fibrosas:
· Sindesmosis: uniones semiinmóviles,
donde una membrana une a los huesos.
· Suturas: pueden ser planas,
dentadas o escamosas (se encuentran principalmente en el cráneo).
· Gónfosis: articulaciones de las
raíces de los dientes con el alveolo (cavidad receptora) del maxilar y la
mandíbula.
Cartilaginosas, anfiartrosis o semimóviles.
Este tipo de articulaciones se lleva a
cabo entre cartílago y hueso, no permiten
tanto movimiento como las móviles. Pueden ser sincondrosis cuando están hechas
de cartílago hialino o sínfisis cuando son de fibrocartílago, son de dos tipos:
· Articulaciones cartilaginosas primarias o sincondrosis, que son uniones pasajeras entre
huesos por medio de cartílagos, como las uniones entre partes de un mismo hueso
en crecimiento.
· Articulaciones
cartilaginosas secundarias o sínfisis, que son uniones cartilaginosas poco
movibles y definitivas, entre dos huesos por un cartílago muy robusto.
Clasificación funcional
Las articulaciones también pueden ser
clasificadas funcionalmente, según el grado de movilidad que permitan realizar.
Diartrosis, articulaciones móviles o
sinoviales.
El término diartrosis procede del griego día, separación, y arthron, articulación. Son las más numerosas en el esqueleto. Se caracterizan por la diversidad y amplitud de los
movimientos que permiten a los huesos. Poseen cartílago articular o de revestimiento en
ambas partes de la articulación. Un ejemplo típico de diartrosis es la articulación
glenohumeral, la
articulación que une el húmero con la escápula. En el contorno de la cavidad
glenoidea se halla el rodete marginal o rodete glenoideo. Las dos superficies
articulares están unidas por la cápsula que se fija alrededor de la
cavidad glenoidea de la escápula y del cuello anatómico del húmero. La cápsula
está reforzada exteriormente por ligamentos extracapsulares e interiormente
está tapizada por la sinovial. Son las más móviles y frágiles ya que son menos
resistentes y más recubiertas.
Los movimientos varían según el tipo de
diartrosis:
·
Enartrosis: las superficies articulares que intervienen son
esféricas o casi esféricas, una cóncava y una convexa. Realizan todos los
movimientos posibles en el espacio (articulación multiaxial), como por ejemplo
la articulación glenohumeral y la coxofemoral.
·
Condilartrosis: las superficies articulares son alargadas, una
convexa y una cóncava. Efectúan todos los movimientos posibles salvo el de
rotación.
·
Trocleartrosis: las superficies articulares son una polea o tróclea y
dos carillas separadas por una cresta. Ejecutan los movimientos de flexión y
extensión. Por ejemplo, la articulación del codo.
·
Encaje recíproco: cada una de las superficies articulares es cóncava en
un sentido y convexa en el otro, en forma de silla de montar. La convexidad de
una superficie corresponde a la concavidad de la otra. Menos la rotación,
realizan todos los movimientos, pero con poca amplitud.
·
Trocoides: las superficies articulares son un eje óseo y un
anillo osteofibroso. Poseen un movimiento de rotación. Como el Atlas con la
apófisis odontoides del Axis.
·
Artrodias: las superficies articulares son más o menos planas, y
se deslizan una sobre otra. Poseen un movimiento biaxial con escaso desplazamiento.
Anfiartrosis o articulaciones semimóviles.
Este tipo de articulaciones se mantienen
unidas por un cartílago elástico y presentan una movilidad escasa, como la
unión de los huesos de la columna vertebral.
Podemos diferenciar dos tipos:
·
Anfiartrosis verdaderas: Las superficies
articulares se encuentran recubiertas por finos discos de cartílago hialino,
disco fibroso o cartilaginoso y ligamentos periféricos. Incluyen las
articulaciones de los cuerpos vertebrales, la sacro-coccígea y la
sacro-vertebral.
·
Diartroanfiartrosis: subtipo de articulación cuyas
características le colocan entre las diartrosis y las anfiartrosis debido a su
posibilidad de presentar una cavidad articular dentro del ligamento interóseo,
como la articulación del pubis, la sacroilíaca y la esternal superior.
Sinartrosis o articulaciones inmóviles
Estas articulaciones se mantienen unidas por el crecimiento del hueso, o
por un cartílago resistente. Son articulaciones rígidas, sin movilidad, como
las que unen los huesos del cráneo, o con una movilidad muy limitada, como la
unión distal entre cúbito y radio. Se subdividen a su vez en diversos tipos:
· sincondrosis: el tejido que sirve de unión en la articulación es
cartilaginoso, como en las articulaciones esfeno-occipital, petrostiloidea y
vómero-etmoidal.
·
sinfibrosis: el tejido que sirve de unión en la articulación es
fibroso. La forma del borde de unión de la articulación permite subdividir este
tipo en cinco:
· Sutura Escamosa: bordes en bisel, como se observan en la articulación
parieto-temporal.
· Sutura Dentada: Bordes dentados o serrados (como engranajes), como se
observa en los huesos del cráneo. Por ejemplo la sutura sagital
· Sutura armónica: bordes rugosos, como se observan en las
articulaciones naso-nasal, naso-maxilar y ungui-maxilar.
· Gónfosis: Inserción del diente en el hueso maxilar superior e
inferior.La raíz del diente se inserta en los alveolos.
·
Esquindilesis: una superficie con forma de cresta se articula con
una ranura, como sucede en la articulación del vómer con la cresta del
esfenoides.
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